Ejercicio de concientización
Dedica unos diez minutos al dÃa a esto. ¡Puedes hacerlo en tu ducha!
Dios interactúa con nosotros de innumerables maneras durante todo el dÃa, y especialmente cuando oramos. Él nos inspira, invita, guÃa y advierte. Pero él no grita ni empuja; él empuja y susurra. Dios respeta demasiado nuestra libertad como para identificarse abiertamente como Dios hablando hasta que sabe que queremos escuchar lo que dice. Todo lo que tenemos que hacer para ignorarlo es simplemente no escuchar con mucha atención. El Ejercicio de Conciencia es una manera de escuchar, de identificar la acción de Dios en nuestro corazón y nuestra respuesta a ella.
Para comenzar, haz una pausa por un momento, aclara tu mente, recuerda la presencia de Dios y pÃdele que te ayude .
Ahora, ponte en contacto con tus sentimientos . Los sentimientos nunca son buenos ni malos, porque no son actos libres. Pero pueden ser útiles para decirnos en qué dirección sopla el viento en nuestro corazón, y el viento puede ser el EspÃritu Santo. Asà que busca cualquier cambio que hayas experimentado en tus sentimientos durante el dÃa o durante la oración que acabas de hacer. "¿Cómo me sentà cuando comencé este dÃa de meditación? ¿Cómo me siento ahora? ¿Cambió mi estado de ánimo en algún momento? ¿Fue por algún pensamiento que tuve? ¿Tomé una decisión con la que me siento bien? ¿O no me siento bien? ¿Estoy en paz? ¿Algún pensamiento me ha estado molestando? ¿Hay algo que necesito reconsiderar, mirar más profundamente?
A continuación, haga un juicio sobre el origen de estos sentimientos . ¿Existe alguna explicación natural obvia? ¿O tal vez Dios le está asegurando que está en el camino correcto al darle paz, o perturbando su paz para advertirle que se está desviando del camino? Tenga el coraje de adoptar una postura ante las decisiones y elecciones del dÃa, de decidir si fueron correctas, incorrectas o dudosas. No es necesario que esté absolutamente seguro, pero tome una decisión y vea si se siente en paz con ella.
Luego habla con Dios sobre lo que vas a hacer ahora . Mira al futuro. Cambie cualquier elección que Dios le esté pidiendo que cambie.
Adopte una postura deliberada de fe, aliento y amor . PÃdele a Jesús que sea tu Camino. RÃndete a él.